Hagas lo que hagas siempre con la mirada al frente.

Corre, sigue por el camino. Ahora que empiezas a ver la luz no te dejes deslumbrar... no pienses, continua. Es ahora cuando te toca vivir feliz. Sentiste de tan cerca el miedo, la inseguridad y los arrepentimientos continuos, que ya te da miedo el intentar cosas nuevas. El empezar a sentirte como nueva. Vive como si no hubiese mañana, no trates de mirar el pasado si ahora no te está acompañando en tu camino, más le vale quedarse donde está... atrás... mientras tu puedes darle la espalda sin remordimientos. Sonríe hasta que te duelan las mejillas. Sé tu misma y ríete de ti. Aprende a vivir con tus defectos para que la gente los adore tal y como tu ves tus virtudes. Ni se te ocurra frenarte ahora, tu sola conseguiste llegar hasta donde ahora estás, asi que no eches todo por la borda. Siéntete orgullosa. Hagas lo que hagas siempre con la mirada al frente, los pies en la tierra y el corazón en un puño. Déjate llevar por las sensaciones que puedes llegar a sentir por distintas personas. Simplemente empieza a sentir que esto es real y que no hay mayores imposibles que los que tu misma te impides cumplir.