Porque
hoy es el día en el que me di cuenta de que la vida esta
para reírte de ella y no con ella; que si te da la espalda, le tocas el
culo y que si la miras sonriendo, ella también te sonreirá. Porque hoy
me di cuenta de que llorar solo sirve si es de la risa y de que o jodes,
o te joden. Porque hoy es cuando aprendí que nunca hay que decir
siempre o que nunca hay que decir nunca. Porque hoy también aprendí que
lo que nos hace realmente grandes son los pequeños detalles de cada día.
Hoy me dí cuenta de que no todos los amigos son de verdad, porque dos
de cada tres son falsas amistades. También me di cuenta de que las
personas que dicen que nunca se irán de tu lado son las primeras en
hacerlo y de que a veces confías más en auténticos desconocidos que en
amigos de toda la vida. Hoy me di cuenta de que no hace daño el que
quiere, sino el que puede y que lo que no te mata, te hace más fuerte.
Quizá sea porque hoy me di cuenta de que la vida es muy puta pero nadie
tiene cojones de follársela y que si te da palos, te puedes hacer una
cabaña. Porque después de todo, hoy es el día en el que aprendí a
disfrutar.
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